Simposio en Antioquía

“Decían que este sería el siglo de la revelación final, que el templo de los judíos renacería en Jerusalén, pero que esta vez serían los galileos los que se alzarían en armas contra los griegos. Decían que la guerra en Judea dejaría paso a una tormenta de piedras celestes, y a plagas aún más temibles que las dirigidas por Yahweh a Ramsés el egipcio. Hacía siglos que en Éfeso un galileo había predicho el final y muchos le habían seguido, en un torbellino de locura difícilmente controlable por las autoridades griegas o bárbaras. Nada está claro en nuestros días, ahora que los leales ejércitos de Pablo IV afianzan sus posiciones en Celesiria y amenazan marchar contra nuestra ciudad de Antioquía, en mitad de una de tantas revueltas zelotas, en Jerusalén, la capital de la eterna disputa. El emperador de los romanos, Flavio Claudio J., reclama venganza contra los fanáticos mientras pertrecha un ejército defensivo en Iliria para contener a los macedonios, y Atenas y el resto de ciudades de la...