Pandemonium_1
I Abrió los ojos. Se hallaba en el interior de algún espacio orondo y vacío, dentro de sí. Repentinamente las luces del entorno se atenuaron, dejando paso a la naturaleza primigenia que algún día ella misma cavó. Ya no dormía, ¿para qué? Tan sólo daba vueltas de allá para acá, recreando, creando cosas. Tampoco recordaba su infancia; ¿para qué, si seguía siendo una niña? Corría desnuda y poderosa, y se acordó de que en algún momento esa intimidad sencillamente no existía: no hay vapor de agua para los que lamiendo del bote agreste, quedan varados en la isla solitaria de sí mismos. Un estruendo la tumbó de espaldas y pareció hacerle daño; despertó en la penúltima escalera del umbral ante la esfera animal, pero se resistió a lanzar una mirada. De algún modo sabía que los tentáculos se arrastraban lentamente hacia ella, buscándola. Se vistió como pudo con su habitual traje negro, mal recostada y a media luz frente a una puerta abierta. Sintió vergüenza y lloró por verse en aquel esta...